Desarrolla y favorece tu comunicación asertiva.
¿Siempre dices que sí? Aprende a decirlo cuando realmente estés seguro de tu decisión y cuando sepas que es lo correcto. En nuestra vida cotidiana nos cruzamos con todo tipo de relaciones y maneras de pensar. Ser una persona asertiva depende mucho de nuestra autoestima y de la confianza que construimos en nosotros mismos.

En psicología afirman que hay tres formas de comunicación:
La pasividad: Cuando la otra persona no emite algún comentario o juicio sobre un tema o situación.
La negatividad: Cuando la persona reacciona impulsivamente poniendo sus emociones primero, antes que su razonamiento.
Y por último, pero no menos importante, está la asertividad. Los psicoterapeutas definen la asertividad como habilidad social para expresar nuestros deseos de forma adecuada, directa y que sirve para afirmar una idea sin transgredir la opinión contraria.
El mensaje que damos en los diferentes roles que vivimos, determina el tipo de vínculos que tendremos día con día. Ser asertivo genera una comunicación amable, estable y satisfactoria. Ahora que entendemos el concepto, es momento de saber las características de una persona asertiva. Ser una persona madura, compasiva, empática y emocionalmente inteligente, crea un entorno de mensajes asertivos, sanos y vitales con las relaciones que tenemos en nuestra vida. A continuación, te compartimos algunos consejos para que aprendas más sobre el tema, con el objetivo de lograr una toma de decisiones adecuada para cada situación:
Sé paciente. Nunca te adelantes o des por hecho las cosas, esto no te dejará ver el panorama completo y tu toma de decisiones se verán mermadas.
Investiga. Pregunta todas tus dudas hasta despejarlas, lo mejor será que eliminen la incertidumbre para poder utilizar todos tus recursos de forma adecuada.
Evalúa las consecuencias. Recuerda que toda acción tiene una reacción, así que debes ir completamente seguro a enfrentar los efectos de tus decisiones. Y si tienes diferentes caminos para llegar a un fin, entonces toma el camino que se adecue a tu plan de trabajo.
¡Arriésgate! No tengas miedo a equivocarte, recuerda que todo es un aprendizaje y en el futuro podrás tomar mejores decisiones basadas en esa experiencia.
Tener un plan B. Durante el camino las circunstancias pueden cambiar, así que para minimizar cualquier contratiempo que se pueda presentar, piensa en otro camino sin modificar el objetivo.
Por otro lado, es un tema que se ha puntualizado en un campo en específico: el mundo profesional. La importancia de tener asertividad en el trabajo es fundamental, no sólo para entregar buenos resultados sino para generar un ambiente óptimo para ti y para todos. Todos los días tomamos decisiones que pueden ser o no correctas dependiendo de la perspectiva personal y podrás hacerte preguntas cómo: ¿Vale la pena? ¿Es correcto? ¿Es arriesgado? Entre muchas otras. Una vez que domines todo lo que te compartimos en este blog, tomar una decisión asertiva no será un problema para ti, así que pon en práctica estos conocimientos y continúa creciendo laboral y personalmente.